Un trabajo escénico fruto de un laboratorio de investigación con un grupo de personas con problemas de salud mental grave y sus relatos, recuerdos, y anhelos. Un espectáculo que pone sobre la balanza la paciencia, la calma y la importancia de la escucha en el aprendizaje de la vida. Pero, sobre todo, es un afilar de uñas, un arremangarse y ponerse a la faena, (aunque tengamos que parar para fumar cada media hora) un empeño por rascar, hasta pinchar la carcajada en los rincones más sombríos e inhóspitos de nuestra memoria.
FICHA ARTÍSTICA
Coordinación y dramaturgia
Ester Medrano y Lucía Sáez
Diseño de iluminación
Diego Sánchez
Espacio Escénico
La Subterránea
Producción
Lucía Sáez
Colabora
CEEM de Betera. La llavoreta Espai Creatiu